Fervorino: Vive la manifestación del niño Jesús

En Nochebuena estuve en una cena familiar aquí en Santo Domingo. No pude ir a visitar a mi familia en Miami y me sentí honrado de ser invitado a la casa de una familia para una noche tan especial. Después de una deliciosa cena, hicimos un juego donde todos nos sentamos en un círculo, cada persona sacó un papel de una canasta y describió o representó diferentes personajes de la Navidad, mientras el resto del grupo tenía que adivinar el personaje.


Por ejemplo, una persona sacó un papel que decía camello, entonces se puso a cuatro patas y colocó una pelota de fútbol en la espalda, se podía escuchar a todos los niños de la familia gritando “camello, camello”. Cada vez que alguien comenzaba a actuar o a describir al personaje, se escuchaba de fondo a uno de los jóvenes, de unos 10 años, tratando de ser el primero en adivinar. Este niño gritaba tan fuerte como podía, “EL REY DE LOS REYES”. Por supuesto, ese personaje, Jesucristo, solo apareció una vez. Pero esta frase “El rey de los reyes” se me quedó grabada desde esa noche.


La fiesta de los Reyes Magos, la Epifanía, significa la manifestación de Jesucristo como Dios, significa exactamente eso, Jesús es “El Rey de los Reyes”. Los eruditos bíblicos creen que estos Reyes Magos viajaron más de 400 millas para ver al niño Jesús. No me imagino siendo rey o sabio y viajar tan lejos, sin carro, sin metro, solo en camello para conocer un bebé. Pero no era solo un bebé lo que iban a ver. Iban a encontrarse con la manifestación del mismo Dios, en Jesucristo. Cuando estos hombres finalmente llegaron después de su larga caminata, “Entraron entonces en la casa, vieron al niño con su madre María y, cayendo de rodillas, lo adoraron”.


Muchas veces nosotros somos reyes de nuestras vidas. En nuestras casas, nuestros trabajos, nuestras relaciones, nos sentimos como reyes, cómodos y felices donde estamos. Pero este año Dios nos llama salir de nuestro palacio y comodidades para encontrarnos con Él. Gracias a Dios que no tenemos que viajar 400 millas en un camello, pero quizás podamos encontrar al señor en nuestro vecino, en el pobre de la calle, en un compañero de trabajo, o hasta en el reflejo del espejo. Todo lo que deseo es que cuando tengamos ese encuentro, nos demos cuenta de cuanto Él nos ama, caigamos de rodillas y lo adoremos. Que Dios nos acompañe en esta Fiesta de Los Reyes Magos y en este año 2023.

Eric Couto, SJ

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